TRECENTO

PRE RENACIMIENTO Ó TRECENTO.

RENACIMIENTO: Es el nombre dado al amplio movimiento de revitalización cultural que se produjo en Europa Occidental en los siglos XV y XVI. Sus principales exponentes se hallan en el campo de las artes aunque también se produjo la renovación en la literatura y las ciencias, tanto naturales como humanas.

El nombre Renacimiento se utilizó porque éste retomó elementos de la cultura clásica.  Además planteó una nueva forma de ver el mundo y al ser humano, el interés por las artes, la política y las ciencias. Para ellos el arte ya no era un servicio anónimo, ofrecido a Dios y a la iglesia, sino un himno personal en alabanza a la belleza, así, se perfecciona el dibujo y se utiliza como base de la pintura.

1ra etapa: TRECENTO (SIGLOS XIII Y XIV)

Aparecen los “prerrenacentistas” que van a ser los precursores del pleno Renacimiento. 
Lo nuevo en el Renacimiento no es el interés por la naturaleza, sino el carácter científico, metódico con que es estudiada. 

    Durante esta etapa se desarrollan dos escuelas: la florentina y la sienesa, además es la transición iniciada por los artistas toscanos, que en vez de trabajar con el mosaico, comienzan a trabajar con las pinturas.

    

Escuela florentina:  El primer pintor de quien se conservan datos es Cimabue, quien en sus pinturas representa movimiento y emoción, algunas de ellas se encuentran actualmente en la iglesia de san francisco de Asis, cuya obra mas representativa es denominada “ los 28  frescos”

    Escuela sienesa: Su pintor más reconocido es Duccio di Bounisegna, con su obra “la madona

Escultura.

    Los protagonistas son el hombre y la naturaleza, acentuándose el naturalismo, se busca la representación de la realidad. Se intentan crear modelos ideales.

    Se caracteriza por la simetría, la proporción y el canon, aunque continua siendo cristiana.

Pintura:

    La pintura del Trecento muestra trípticos y usa sencillas hojas de oro que representan el carácter de Dios. Las paredes de los monasterios  toscanos están decoradas con frescos en los que dominan los fondos decorativos de fondo azul.

    Entre los fresquistas florentinos destacó Giotto, a quien se atributen las soberbias obras de la Capilla de los Scrovegni y la serie de la vida de San Francisco de la Basílica de Asís.